Cuando a un pueblo se le miente,
y de injusticias se cansa,
de rebelión y venganza,
va naciendo la simiente.
Sin ápice de pudor
mataron con impudicia
a quien reclama justicia
con gallardía y valor.
Amarga desolación,
un manantial en los ojos
que, tristes, ven los despojos
de una brutal represión.
Humo, llanto, sangre, muerte,
injusticia, vanidad;
anhelo de libertad
que cada vez es más fuerte.
Tras luchar sin descansar
se conquistará el destino,
y todo cruel asesino
su deuda habrá de saldar.
Lunes 29/05/17 2:58 am
lunes, 29 de mayo de 2017
jueves, 20 de abril de 2017
Cacería de brujas
El corazón se me estruja
con lo que puedo prever:
en el futuro va a haber
una cacería de brujas...
con lo que puedo prever:
en el futuro va a haber
una cacería de brujas...
El descaro y la ignorancia
causaron grandes heridas.
Quien no respeta la vida
no merece tolerancia...
causaron grandes heridas.
Quien no respeta la vida
no merece tolerancia...
Sería realmente atroz
si se da esta profecía.
Pidamos sabiduría
y que nos ayude Dios...
si se da esta profecía.
Pidamos sabiduría
y que nos ayude Dios...
20/04/17 10:13 pm
jueves, 30 de marzo de 2017
Cómo es Margot
Juan de Dios Peza, renombrado poeta mexicano (1852-1911), es conocido generalmente con la designación de “el cantor del hogar”, porque muchas de sus poesías, como Id que transcribimos a continuación, tienen por asunto escenas familiares, en que figuran el autor y sus hijos.
Una comedia del día,
Sin llanto y con regocijos;
Personajes: yo y mis hijos...
Teatro: la juguetería.
Tengo, cual es de rigor,
Una niña a cada lado,
Y el varón está sentado
Encima del mostrador.
Hay enfrente dos hileras
De bebés con labios rojos,
Blancas frentes, negros ojos
Y doradas cabelleras.
Rifles, tambores, cornetas.
Vajillas de lujo y gala,
Muebles, espejos de sala,
Armarios de dos pesetas.
Locomotoras sin par,
Coches de cuerda andadores,
Barcos, peces de colores,
Ballenas, en fin, ¡la mar!
-Quiero -la mayor me grita-
Aquel niño en esa cuna...
Aquel armario de luna,
Esa alfombra y la casita.
-Y yo -agrega Juan- no quiero
Más que un fusil, un cañón,
Una pistola, un bastón,
Un sable, un cinto de cuero,
Una lanza, una bandera,
Una coraza, una gola.
Aquella caramañola,
Mi kepi y mi cartuchera.
Y prosigue la mayor:
-Pues yo quiero solamente
Esa lámpara, esa fuente,
Muebles para el comedor.
Dos cuadros, cuatro cortinas.
Tres sartenes, un brasero,
Dos candiles, un plumero,
Un gallo con sus gallinas.
Un ratón de cuerda, un gato,
Un... -¡Basta! ¿y tú, Margarita?
Callóse la pobrecita,
Miró todo largo rato;
Y con palabras sinceras
Y natural regocijo,
Alzó su rostro y me dijo:
-¡Yo papá, lo que tú quieras!
-No; di tu antojo, alma mía.
Y agregó, alzando las manos:
¡Ya pidieron mis hermanos
Toda la juguetería!...
-¿Y no quieres nada? -No!
-Algo pide. -¿Y si estás pobre?
Lo que dejen, lo que sobre
Eso me lo llevo yo...
-¡Pobrecita! ¡Pobrecita!
Dije, y la besé en la frente. ..
Y no exagero: realmente
Es asi mi Margarita.
Bondadosa y resignada,
Ninguna ambición concibe:
Si algo le doy, lo recibe.
Y si no, no pide nada.
Una comedia del día,
Sin llanto y con regocijos;
Personajes: yo y mis hijos...
Teatro: la juguetería.
Tengo, cual es de rigor,
Una niña a cada lado,
Y el varón está sentado
Encima del mostrador.
Hay enfrente dos hileras
De bebés con labios rojos,
Blancas frentes, negros ojos
Y doradas cabelleras.
Rifles, tambores, cornetas.
Vajillas de lujo y gala,
Muebles, espejos de sala,
Armarios de dos pesetas.
Locomotoras sin par,
Coches de cuerda andadores,
Barcos, peces de colores,
Ballenas, en fin, ¡la mar!
-Quiero -la mayor me grita-
Aquel niño en esa cuna...
Aquel armario de luna,
Esa alfombra y la casita.
-Y yo -agrega Juan- no quiero
Más que un fusil, un cañón,
Una pistola, un bastón,
Un sable, un cinto de cuero,
Una lanza, una bandera,
Una coraza, una gola.
Aquella caramañola,
Mi kepi y mi cartuchera.
Y prosigue la mayor:
-Pues yo quiero solamente
Esa lámpara, esa fuente,
Muebles para el comedor.
Dos cuadros, cuatro cortinas.
Tres sartenes, un brasero,
Dos candiles, un plumero,
Un gallo con sus gallinas.
Un ratón de cuerda, un gato,
Un... -¡Basta! ¿y tú, Margarita?
Callóse la pobrecita,
Miró todo largo rato;
Y con palabras sinceras
Y natural regocijo,
Alzó su rostro y me dijo:
-¡Yo papá, lo que tú quieras!
-No; di tu antojo, alma mía.
Y agregó, alzando las manos:
¡Ya pidieron mis hermanos
Toda la juguetería!...
-¿Y no quieres nada? -No!
-Algo pide. -¿Y si estás pobre?
Lo que dejen, lo que sobre
Eso me lo llevo yo...
-¡Pobrecita! ¡Pobrecita!
Dije, y la besé en la frente. ..
Y no exagero: realmente
Es asi mi Margarita.
Bondadosa y resignada,
Ninguna ambición concibe:
Si algo le doy, lo recibe.
Y si no, no pide nada.
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