domingo, 15 de mayo de 2011

PRIMEROS AUXILIOS. ASFIXIA Y REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR


REPÚBLICA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL  SIMÓN RODRÍGUEZ
NÚCLEO BARCELONA
CÁTEDRA: PRIMEROS AUXILIOS
















PRIMEROS AUXILIOS. ASFIXIA Y REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR












DOCENTE:

Mirna Santana

 

INTEGRANTES:
ANGELA RINCÓN. C.I. 4.763.913
NIURKA TAPISQUEN. C.I. 14.190.509

 












Puerto La Cruz, 23 de Febrero de 2000
__________________________________________



INTRODUCCIÓN



La asfixia es un estado que es resultado de la falta de respiración. Al no haber respiración  no hay paso de oxígeno a la sangre; los órganos y tejidos que dependen de él dejan de funcionar. Existen muchas causas que impiden el paso del aire desde el exterior a los pulmones, sin embargo, la conducta ante estas diversas causas obedece, más o menos, a los mismos principios básicos y tiene el mismo fin: Suministrar Oxígeno.

La asfixia es una verdadera emergencia que requiere de una atención inmediata. De todas las situaciones de emergencia es, quizás, la que con mayor rapidez debe ser resuelta. Esto se debe a que hay tejidos que mueren rápidamente con la ausencia del oxígeno. El más sensible de todos es el tejido nervioso (cerebro) que se daña permanentemente si es privado de oxígeno durante 3 a 4 minutos; en segundo lugar el corazón, y luego los demás órganos.

Por lo dicho anteriormente, es importante que ante una situación de estas, se actúe con rápidamente sin desperdiciar ni un segundo.



ASFIXIA



Aspectos fisiológicos.

1.    La epiglotis es un cartílago que funciona como una compuerta que se cierra durante la deglución para impedir que pase el alimento desde la faringe a través de la glotis hacia las vías aéreas. Durante la respiración, se abre, permitiendo el libre tránsito de aire hacia los pulmones.

2.    La faringe es común al aparato digestivo y respiratorio Tanto el alimento como el aire pasan a través de ella antes de dirigirse a sus vías normales que comprenden el esófago y laringe, respectivamente.

3.    Tanto el diafragma como los músculos intercostales son músculos que intervienen en la ventilación. Éstos actúan agrandando la cavidad torácica al contraerse, obligando a los pulmones a expandirse, permitiendo la entrada de aire. El diafragma es tres veces más importante que los músculos intercostales en esta función, pero la parálisis de cualquiera de éstos compromete la respiración.

4.    La posición de recuperación al estar boca abajo permite la salida de cualquier sustancia líquida de las vías aéreas y facilita la entrada de aire a las mismas. Además, previene la posibilidad de que la víctima aspire vómitos, en caso de que se produzcan.

5.    Un individuo que sufra de una obstrucción respiratoria, puede presentar cualquiera de los siguientes signos:
a)    Angustia respiratoria con espasmos irregulares.
b)    Tos.
c)    Forcejeo y ansia de respirar.
d)    Resuello.
e)    Cara lívida y los labios y uñas se ponen azules (cianosis).
f)     Inconsciencia.
g)    Para cardíaco y muerte.

6.    Los pasos que se han de tomar frente a un ahogado son:
1)    Despejar las vías respiratorias eliminando cualquier obstrucción.
2)    Respiración artificial inmediata (boca a boca).
3)    Masaje cardíaco si existe paro cardíaco.
4)    Protección contra el frío.
5)    Solicitar ayuda médica.


7.    En caso de una obstrucción total grave de las vías respiratorias se intentará:
a)    En primer lugar, dar tres golpes en la espalda entre ambas escápulas (paletilla).
b)    Si esto no funciona, deberá aplicarse la presión abdominal tres veces.

8.    Si ambos procedimientos anteriores no logran desobstruir las vías respiratorias y el paciente permanece aún consciente, se repetirán ambos procedimientos en el mismo orden: tres golpes fuertes seguidos de tres compresiones abdominales.

9.    Si la víctima de la situación anterior cae inconsciente y deja de respirar, se le debe aplicar la Respiración Artificial.

10. La respiración artificial se puede aplicar de tres maneras básicas que son:
1)    Compresión y expansión del tórax.
2)    Separando los brazos para aumentar el volumen del tórax.
3)    Resucitación por aire exhalado, siendo este el método más eficaz.

11. La respiración artificial mediante exhalación se puede realizar según:
¨      Método de boca a boca.
¨      Método de boca a nariz.
¨      Modificación para niños (boca a boca-nariz).

12. Cuando se suministra respiración boca a boca se considerará:
a)    Se sabe que penetra aire a los pulmones de la víctima si observamos que su pecho sube y luego desciende al vaciarse los pulmones.
b)    Hay que descartar la presencia de cualquier objeto que obstruya la entrada de aire tales como planchas, dientes sueltos, vómitos, arena, etc.
c)    Para evitar que la lengua caiga hacia atrás, produciendo la obstrucción de la garganta, hay que inclinar la cabeza lo más atrás posible.
d)    La frecuencia con que se tienen que hacer las insuflaciones no tiene que ser exacta. Lo importante es no dar exceso ni un número deficiente de respiraciones por minuto. Si se trata de un adulto, lo más fácil es que el ritmo de la respiración artificial sea regulado por el ritmo de la respiración normal del socorrista. Otra manera es calcular una respiración cada cinco segundos (12 respiraciones por minuto).
e)    La respiración artificial, una vez comenzada, no debe suspenderse hasta que llegue algún médico o especialista, a menos que el paciente comience a respirar por sí mismo a un ritmo normal, en cuyo caso también es indicación de detener la resucitación.

13. Prevención de asfixia por cuerpos extraños en niños:
a)    Evitar que el niño pequeño utilice juguetes con piezas pequeñas que puedan soltarse y ser tragadas.
b)    No darle al niño menor de un año alimentos duros como maní, caramelos, nueces, semillas, cotufas, etc.
c)    No hacerle cosquillas a los niños mientras comen.
d)    No permitir que el niño camine o corra con alimentos en la boca.
e)    Evitar que el niño lance alimentos al aire y los atrape con la boca (maní, cotufas, etc.).

14. Prevención de asfixia por sofocación:
a)    Prohiba a los niños jugar introduciendo la cabeza dentro de bolsas plásticas.
b)    Evite que el niño pequeño duerma entre adultos (padres, abuelos, etc.).
c)    Eliminar neveras, cavas, baúles, etc. fuera de uso, donde el niño pueda esconderse para jugar.

ATENCIÓN:

¨      Nunca se debe dar respiración artificial a una persona que respire naturalmente.
¨      Una persona inconsciente no necesariamente tiene una interrupción en la respiración.
¨      En caso de duda, colocar ambas manos a cada lado de las costillas más bajas, y observar si hay movimientos respiratorios.
¨      No deje de dar respiración artificial por creer que el paciente está muerto. Espere que una persona calificada dictamine su muerte. Mientras tanto continúe. Algunas personas se han reanimado  incluso después de 8 horas de respiración artificial ¡¡¡continúe!!!
¨      Es difícil juzgar si una persona está viva o está muerta, y en caso de asfixia, no siempre se pueden aceptar indiscriminadamente los signos corrientes de la muerte.




ahogo y reanimación cardiopulmonar


El ahogo se produce a consecuencia de la obstrucción de las vías respiratorias, en la garganta o la tráquea, lo que impide el paso del aire hacia los pulmones.  Si no se trata con rapidez, la persona afectada pierde la conciencia  y puede llegar a morir.

El ahogo y las afecciones cardíacas, entre otras causas, pueden conducir a un paro cardíaco y respiratorio. Ante una de estas situaciones de emergencia, para salvar la vida de la persona afectada, hay que restablecer la respiración y la circulación sanguínea, mediante la respiración boca a boca y el masaje cardíaco.


Cómo reconocer una obstrucción respiratoria.

Con frecuencia, el ahogo se produce al introducirse en la garganta (faringe) o en la tráquea un trozo de comida que no se ha masticado suficientemente, por lo general, alimentos sólidos como la carne, porque se estaba hablando mientras se masticaba o, entre las personas que usan dentadura postiza, porque ésta se ha desprendido, interfiriendo el proceso de deglución de los alimentos.

El ahogo produce una inmediata sensación de pánico y la cara de la víctima refleja expresión de terror. Su rostro se congestiona y amorata, los ojos parecen salirse de sus órbitas y respira con mucha dificultad o incluso no puede hacerlo.

La tos como reacción ante el ahogo.

En el caso de que un bocado “vaya por el camino equivocado”, toser suele solucionar el problema. De hecho, una persona no se está ahogando si puede toser sin dificultad y la coloración de su piel es normal. Sin embargo, si su respiración es muy tenue y su piel se va volviendo azulada, lo más probable es que se esté ahogando.

En caso de duda, hay que decirle al afectado que hable. Si puede hacerlo es que la tráquea no está totalmente obstruida, y que el oxígeno llega a sus pulmones.

El signo universal.

Una persona que se está ahogando, tan sólo puede comunicarse por medio de las manos. A menudo, los movimientos de la mano y del brazo no están coordinados. El que lo está auxiliando debe recordar que el signo universal del ahogo es siempre una mano apretando el cuello, con los dedos de la mano extendidos.

Tratamiento de emergencia.


Eliminar la obstrucción de la vía respiratoria. Existen diversas técnicas para despejar  una vía respiratoria obstruida. En primer lugar, hay que determinar si la persona no puede respirar y si el color de la piel se vuelve azul, gris o muy pálido. La  Maniobra de Heimlich es quizás la técnica más conocida pero, en determinadas situaciones existen otros recursos como los siguientes:

¨      Eliminar el obstáculo con el dedo. Es el método más sencillo. Consiste en introducir un dedo hasta la parte posterior de la garganta y retirar lo que ocasiona la obstrucción, en caso de que sea posible distinguirlo. Este método tan sólo es eficaz cuando la obstrucción se ha producido en la zona más posterior de la boca o en la parte más alta de la garganta. Hay que tener cuidado de no empujar el obstáculo a mayor profundidad. No hay que utilizar esta técnica en niños menores de ocho años o cuando el objeto no es visible.

¨      Víctima inconsciente. Si la víctima pierde el conocimiento, acostarla boca arriba. Asegurarse de que no tiene ningún objeto en la boca que obstruya el paso del aire para respirar. Al quedar inconsciente, la relajación muscular puede haber hecho que el obstáculo se deslice por la garganta. Si no es así, colocarse a horcajadas encima suyo y poner las manos sobre la base del tórax. Una mano debe estar sobre la otra, con los dedos de ambas entrelazados y doblados hacia la palma. Presionar con fuerza en dirección al tórax unas cinco veces. En niños menores de ocho años, la presión debe ser más suave.

¨      Ahogo en niños. Sentarse, colocar al niño boca abajo en la falda, con la parte superior del tronco colgando al lado de las rodillas y golpearlo cuatro veces con firmeza en medio de la espalda, utilizando el pulpejo de la mano: la combinación de los golpes y la gravedad pueden desprender el objeto que obstruye la vía respiratoria. Si se trata de un bebé o de un niño muy pequeño, se le puede coger por los tobillos, con la cabeza hacia abajo y golpearlo por la espalda más suavemente  que si se tratara de un adulto, pero con la fuerza suficiente para eliminar la obstrucción.

¨      Respiración boca a boca. Si se consigue liberar la vía respiratoria, pero el accidentado no puede respirar, hay que realizar la respiración boca a boca.

Reanimación cardiopulmonar.

Esta técnica de salvamento se puede aplicar en una serie de emergencias, incluido el ataque al corazón, un episodio de ahogo o asfixia o cuando una persona ha estado a punto de ahogarse en el agua. Las dos características básicas que tienen en común  son que la persona está inconsciente y que ha dejado de respirar.

Cuando el corazón se para, sobreviene la muerte: la ausencia de oxígeno puede causar daños irreversibles en el cerebro en pocos minutos y en cuestión de ocho a diez minutos, la persona puede fallecer.

El tiempo es fundamental cuando se socorre a una persona inconsciente que no respira. Así, después de asegurarse que la persona está realmente inconsciente y que ha dejado de respirar, hay que iniciar la reanimación cardiopulmonar.

La American Heart Association distingue tres partes en la reanimación cardiopulmonar. Es el llamado ABC:

A (airway). Limpiar la vía respiratoria.
B (breathing). Respiración.
C (circulation). Circulación.

¨      Colocación de la víctima.  Hay que acostar  a la persona afectada boca arriba. Arrodillarse junto a ella, formando un ángulo recto con su cuerpo en situación perpendicular a su cuello y hombros.
¨      Inclinarle la cabeza hacia atrás y levantarle la barbilla. (A): Limpiar la vía respiratoria. Esta maniobra consiste en colocar la palma de la mano sobre la frente de la víctima y empujarla hacia atrás. Esto por sí solo puede hacer que se abra la vía respiratoria. Si es necesario, hay que asirle firmemente la mandíbula y tirar de la barbilla hacia adelante para abrir más la vía respiratoria. Si se sospecha de una lesión en el cuello de la víctima, se le debe levantar la barbilla sin inclinar la cabeza.
¨      Controlar la respiración (B). Poner el oído justo encima de la boca del accidentado y observar si el pecho sube y baja al respirar. Si no hay signos evidentes de que respira, iniciar la respiración boca a boca inmediatamente.
¨      Respiración boca a boca. En el caso de que no se cuente con asistencia médica ni con un equipo de emergencia, la mejor manera de restablecer el suministro de oxígeno a los pulmones es la respiración boca a boca. La base de esta técnica es muy sencilla: se trata de reanimar a la víctima expeliendo aire, que pasa de los pulmones del socorrista a los de la persona accidentada a través de la boca o nariz de ésta.
¨      Realizar dos espiraciones lentas. Colocarse formando un ángulo recto junto al hombro de la persona accidentada. Inclinar la cabeza, levantarle la barbilla y apretarle la nariz con el pulgar y el índice. Inspirar profundamente. Poner la boca sobre la de la víctima y expeler el aire. Apartar la boca, aspirar  y repetir de nuevo la operación. Introducirle dos grandes bocanadas de aire. Observar el pecho de la víctima después de cada operación para comprobar si sus pulmones se expanden. Si el estómago de la víctima se hincha de aire es que la vía respiratoria está obstruida o que entra demasiado aire cada vez.
¨      Controlar el pulso. Tras haberle insuflado aire dos veces, poner dos dedos justo al lado de la nuez de la víctima para localizar el pulso de la arteria carótida. Si no se encuentra el latido de inmediato, hay que mover los dedos dos centímetros arriba o abajo para asegurarse del lugar correcto. Si el corazón late, la carótida ha de latir.
¨      En caso de que no haya pulso. Si no existe pulso, es necesario practicar el masaje cardíaco para que la sangre llegue al cerebro.
¨      Continuar el boca a boca. En caso de que el accidentado tenga pulso pero no respire, hay que continuar la espiración boca a boca cada cinco segundos (12 respiraciones por minuto) Prestar atención a los signos de la respiración y a los movimientos del pecho. En caso de que la víctima respire pero de una manera notablemente débil, poco profunda o fatigosa, hay que proseguir con la respiración boca a boca.
Se debe  continuar proporcionando aire al afectado hasta que éste respire por sí mismo o hasta que reciba asistencia médica profesional.
¨      Restablecer la circulación (C). Es necesario conseguir que se restablezca el riego sanguíneo con el fin de que llegue oxígeno al cerebro. Sin aporte de oxígeno, las células del cerebro mueren y, en pocos minutos, el daño puede ser irreversible.
Si no es posible encontrar el pulso de una persona inconsciente, es preciso realizar un masaje cardíaco para restablecer la circulación. Dicha técnica, llamada también “masaje cardíaco cerrado”, debe coordinarse con la reanimación boca a boca: la respiración proporciona aire a los pulmones y el masaje impulsa la sangre oxigenada al cerebro y a otras zonas del organismo.

¨       Posición de las manos. Para realizar un masaje cardíaco, arrodillarse al lado de la víctima en posición perpendicular en relación a su pecho. Buscar la base del esternón, en el centro del tórax, donde las costillas forman una “V”. Colocar el pulpejo de una mano sobre el pecho de la víctima, justo encima de la “V”; poner la otra mano encima de la primera entrelazando los dedos.
¨      Hacer bombear el corazón. Presionar con fuerza, descargando todo el peso del cuerpo desde los hombros hasta las manos, con los codos estirados, para hacerle bajar el pecho. Realizar las compresiones a ritmo de una por segundo u 80 – 100 por minuto, mientras se van contando de cinco en cinco hasta completar quince.
¨      Reanimar a la víctima por medio de la respiración. También hay que suministrar oxígeno a la persona afectada. Utilizar la técnica anteriormente descrita para la reanimación boca a boca.
¨      Alternar el bombeo y la respiración. Tras haber hecho las quince compresiones del tórax, realizar la respiración artificial dos veces. Imprimir un ritmo regular, contando en voz alta, y alternar la compresión torácica y respiración cuatro veces.  Si no se consiguen resultados positivos con ello, llamar inmediatamente a una ambulancia  y reanudar la reanimación cardiopulmonar hasta que ésta llegue.

Reanimación cardiopulmonar con dos personas.

Los principios básicos de la reanimación cardiopulmonar son similares cuando los practica una persona sola o dos a la vez. En este segundo caso, mientras una realiza la respiración artificial, la otra practica el masaje cardíaco.

El corazón late de 60 a 80 veces por minuto. Después de realizar cinco compresiones, hay que detener el masaje cardíaco mientras la segunda persona insufla una bocanada de aire a la víctima. Es importante llamar una ambulancia.

Ataque grave de asma.

Las personas que padecen asma sufren ataques de manera ocasional o frecuente. Por lo general, el síntoma principal es la dificultad para respirar, acompañada de sensación de opresión en el pecho y tos que puede producir secreción.

Los ataques de asma pueden llegar a poner en peligro la vida de una persona. Los síntomas de ataque de asma grave son: dificultad para respirar,  color azulado de la cara y de los labios, ansiedad extrema, aumento de las pulsaciones y sudoración abundante.

Recomendaciones.

¨      Determinar si el problema s debido a un episodio de ahogo, producido por un alimento o un objeto que obstruye las vías respiratorias.
¨      Mantener la calma e intentar asegurarse, si se trata de una persona asmática, de que está sufriendo realmente un ataque.
¨      Avisar al médico o acudir a un servicio de urgencias.
¨      En caso de avisar al médico, es conveniente informarle de medicamentos que toma el enfermo, así como de su edad, y describir los síntomas que experimenta, y otros detalles relacionados con su historia médica más reciente.
¨      Seguir las instrucciones del médico. Éste puede aconsejar llevarlo al hospital o enviar una ambulancia. En algunos casos, puede recomendar mantener la calma y suministrar al paciente las dosis de medicamentos adecuadas y esperar a que pase el episodio.



LA MANIOBRA DE HEIMLICH

Los pasos  a seguir para realizar esta maniobra son:
¨      El afectado puede estar de pie o sentado. Colocarse detrás suyo y rodearle la cintura con los brazos, inclinarlo ligeramente hacia adelante.
¨      Colocar el puño de una mano unos centímetros por encima del ombligo de la víctima.
¨      Cogerse el puño con la otra mano y presionar con fuerza en el abdomen. Es conveniente dar un golpe seco hacia arriba, como si se intentara levantar a la persona del suelo.
¨      Si es necesario, repetir la maniobra hasta que se desaloje el objeto que causa la obstrucción.

Cómo utilizarla con uno mismo.
Se puede utilizar una variante de la maniobra de Heimlich cuando se empiezan a notar los primeros indicios de ahogo. Para ello, poner el puño por encima del ombligo, cogerse el puño con la otra mano e inclinarse apoyando el cuerpo sobre una superficie dura, (por ejemplo, un mostrador o una silla). A continuación, empujar el puño hacia adentro y hacia arriba.

En mujeres embarazadas o personas obesas.
El abdomen de una mujer embarazada o el estómago fláccido de una persona con mucho sobrepeso pueden impedir que la compresión abdominal surta efecto. Sin embargo, se puede utilizar una variante de la maniobra de Heimlich. Colocar las manos en la parte alta del tronco de la víctima, asirla por la base del esternón, y no por encima del ombligo, justo encima del punto donde se juntan las costillas inferiores. Realizar la maniobra de Heimlich presionando fuertemente hacia arriba. Hay que repetir la maniobra hasta que se elimine la obstrucción.



REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR EN NIÑOS.

La reanimación cardiopulmonar puede utilizarse también con los niños (bebés de hasta 12 meses). Existen varias técnicas pero la finalidad es la misma que se persigue con un niño mayor o con un adulto: restablecer el aporte de oxígeno y el riego sanguíneo en el cerebro del bebé.

¿Necesita ayuda un bebé?
Asegurarse de que el bebé no está simplemente durmiendo o descansando. Sacudirlo ligeramente; si parece que no respira, pedir ayuda inmediatamente.

Colocación del bebé.
Poner al bebé acostado boca arriba sobre una mesa o bien en el suelo; inclinarle la cabeza y levantarle la barbilla, según la técnica descrita con anterioridad; tirar de la cabeza hacia atrás para abrir la vía respiratoria. Examinar la boca para asegurarse de que no contenga objetos extraños. Comprobar la respiración poniendo el oído directamente sobre la boca del bebé y mirar si el pecho sube y baja al respirar. En caso de que no respire, iniciar la respiración boba a boca inmediatamente. Dos respiraciones suaves. Cubrir la boca y la nariz del niño con la propia boca. Realizar dos espiraciones lentas, que sean más soplos que espiraciones profundas. (Un exceso de aire puede producir una distensión del estómago, vómito y otras complicaciones indeseadas.)

Control del pulso.
Tras realizar dos espiraciones, buscar el pulso en la parte interna del brazo del bebé. Si no hay pulso, iniciar las compresiones en el pecho. Si hay pulso, continuar con la respiración boca a boca, insuflándole una bocanada de aire cada tres segundos hasta que el bebé respire por sí mismo o hasta que reciba asistencia médica.

Reanimación cardiopulmonar.
Para hacer bombear el corazón de un bebé, hay que colocar el índice y el anular en el tórax del niño y comprimir el esternón (uno o dos centímetros a lo máximo y suavemente). Mientras se realiza la operación, contar en voz alta a un ritmo bastante rápido,  debe repetirse una vez y media por segundo aproximadamente, o 100 veces por minuto. Insuflar aire suavemente después de cada cinco compresiones.


BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS



¨      PRIMEROS AUXILIOS. MÓDULO INTRODUCTORIO. MANUAL DE LECTURAS. Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.

¨      COLECCIÓN DE MEDICINA FAMILIAR DEL DIARIO EL UNIVERSAL. Páginas 17 a 24.


No hay comentarios:

Publicar un comentario